Lesion Ligamento Lateral Interno

¿Qué es una lesión del ligamento lateral interno?


Una lesión del ligamento lateral interno de la rodilla es un desgarro o estiramiento de uno de los cuatro pequeños ligamentos que se encuentran dentro de la articulación. Estos ligamentos tienden a dañarse si se pivota o se tuerce demasiado en una entrada de fútbol, por ejemplo. El resultado puede ser un dolor insoportable y dificultad para caminar, especialmente en terrenos irregulares. También es posible que aparezca una hinchazón inicial seguida de un hematoma y una sensibilidad prolongada. Una rotura (o «esguince» en términos sencillos) es un estiramiento de uno o más de estos ligamentos que suele producirse cuando un individuo pivota o se tuerce demasiado rápido al hacer deporte. Como todas las lesiones de rodilla, los esguinces del ligamento lateral interno (LCL) pueden clasificarse del 1 al 3 en función de su gravedad y del tiempo que tardan en recuperarse.

Síntomas de una lesión del ligamento lateral interno

El primer síntoma de una rotura del LCL es el dolor y la hinchazón en la rodilla. Esto puede ser bastante repentino y puede ocurrir mientras se practica un deporte o incluso al subir un tramo de escaleras. Es posible que se oiga un sonido de chasquido o de estallido en el momento de la lesión. Si la lesión es más grave, puede sentir inestabilidad en la rodilla y notar que la rodilla se dobla cuando intenta caminar, saltar o correr. El desgarro del LCL se clasifica en función de su gravedad. El sistema de clasificación se denomina Clasificación de Macpherson. Los grados 1 y 2 se consideran leves y es más probable que se curen con reposo, hielo, compresión y elevación (RICE). Un desgarro de grado 3 es grave y suele requerir cirugía.

Tratamiento de una lesión del ligamento lateral interno

Si la rotura del LCL es leve, el tratamiento puede ser tan sencillo como descansar la rodilla, aplicar hielo y utilizar una venda de compresión cuando sea necesario. Por desgracia, muchas personas siguen jugando o entrenando con una rotura del LCL, sin darse cuenta del daño que causa. Si el desgarro es de moderado a grave, puede ser necesaria la fisioterapia, el reposo y la medicación antiinflamatoria para que la rodilla vuelva a ser estable. Las personas con desgarros graves pueden necesitar cirugía para reparar el ligamento dañado. La rehabilitación después de una lesión del LCL puede ser larga, especialmente si es necesaria la cirugía. El tiempo de recuperación varía, pero pueden pasar entre 3 y 12 meses antes de que el deportista pueda volver a competir.

Recuperación de una lesión del ligamento lateral interno

Los esguinces del LCL son diferentes de los del LCA porque se pueden tratar con métodos conservadores, como la fisioterapia. Si tiene un esguince del LCL de grado 2 o 3, su médico puede recomendar la cirugía. Si la cirugía tiene éxito, probablemente pueda esperar una recuperación completa en 6-12 meses. La rehabilitación es crucial para ayudar a tratar la rodilla. La mejor manera de prevenir un desgarro del LCL es fortalecer los músculos circundantes. Lo más importante es que los músculos de los cuádriceps y los isquiotibiales sean lo suficientemente fuertes como para estabilizar la rodilla y evitar los movimientos rápidos que pueden causar lesiones. Otras formas de prevenir un desgarro del LCL son el calentamiento antes del ejercicio y el uso de una forma adecuada al entrenar.

Un esguince del LCL es una lesión de rodilla muy común que puede producirse cuando se pivota o se gira demasiado rápido y se ejerce demasiada tensión en el interior de la articulación de la rodilla. Cuando esto ocurre, uno o varios de los ligamentos del LCL pueden estirarse demasiado y sufrir un esguince. El dolor se suele sentir en la parte interior de la rodilla y a menudo se describe como una sensación de «banda elástica demasiado estirada». Un esguince del LCL suele ser leve y puede tratarse en casa con RICE (reposo, hielo, compresión y elevación). Sin embargo, un esguince del LCL también puede ser moderado o grave y puede requerir cirugía. Si sufre una lesión de rodilla, debe tomárselo en serio y buscar atención médica.

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