Son diversas las afecciones que pueden afectarnos a lo largo de nuestras vidas y algunas de ellas pueden ser realmente molestas. Además de que, algunas, también pueden aparecer a partir de cierta edad en adelante. Es por ello que hoy te hablaremos sobre el vértigo, explicándote qué es, cuáles son sus causas y el posible tratamiento a seguir.
¿Qué son los vértigos?
El vértigo puede ser definido como una sensación de movimiento repentino en nuestro entorno que muchas veces viene acompañado de la sensación ficticia de precipitación hacía el vacío. Este tipo de sensación suele venir acompañada con la posible pérdida del equilibro, náuseas debido al movimiento y una sensación de desmayo.
Esta es una afección que puede presentarse en personas de todas las edades, pero se vuelve más frecuente su aparición en personas con más de 40 años. Además de que comienza a afectar el día a día de las personas con más frecuencia a partir de los 70 años de edad.
Esta sensación de movimiento se produce a raíz de una posible alteración en el sistema vestibular. El mismo se encuentra dentro del oído interno y es el encargado de nuestro equilibrio y postura. Es por eso que esta sensación puede ser momentánea o también puede durar algunas horas. En casos crónicos se puede presentar por días.
Causas de los vértigos
Al comenzar a presentar problemas de vértigo es importante reconocer cuáles son sus causas para así tratarlo del modo más efectivo posible. En el caso de una afección de este tipo, las causas pueden ser realmente variadas.
Las principales están relacionadas con problemas en el oído interno del paciente. Como por ejemplo, padecer de la enfermedad de Ménière, la cual es un trastorno que se genera, precisamente, en el oído interno.
Por otro lado, al realizar movimientos bruscos también podemos ser víctimas de la sensación de vértigo. Es por ello que se vuelve totalmente normal presentar dicha sensación al estar en barcos, por ejemplo. Entre otras de las causas más frecuentes nos encontramos con:
- Consumo en exceso de alcohol.
- Exceso de cerumen en el oído.
- Posible efecto secundario de ciertos medicamentos.
- Problemas con la tensión arterial.
- Posible síntoma de trastornos neurológicos.
¿Cómo sé si tengo vértigos? Síntomas
Otro factor importante a tener en cuenta son los síntomas del vértigo. Ya que, para considerar que estás padeciendo de esta enfermedad, debes evaluar si estás presentando los respectivos síntomas que se asocian con este padecimiento.
Al confirmar que estás presentando este tipo de sintomatología, lo mejor que puedes hacer es acudir a una cita con un médico especialista. Por lo tanto, a continuación, te presentaremos la sintomatología principal que esta afección puede generarte:
- Sensación de movimiento o giros en el lugar en el que está.
- Sensación de inestabilidad.
- Posibles náuseas, palidez o vómitos.
- Percibir ruido en los oídos.
- Posible pérdida de la audición.
- Sensación de tener los oídos tapados.
- Sensación de mareo en espacios amplios con diversos estímulos visuales (Los centros comerciales, por ejemplo).
- Posible intolerancia al ruido.
- Posible caída debido a la pérdida de estabilidad.
Tipos de vértigos
Ahora bien, es importante resaltar que, así como muchas otras afecciones, el vértigo también se clasifica según diversos tipos. En este caso, hasta el día de hoy, se conocen dos tipos de vértigos. Dicha clasificación se caracteriza por diferenciar el lugar preciso en el cual se produce el vértigo. Por lo tanto, los tipos de vértigos son:
Vértigo periférico
Iniciemos hablando sobre el vértigo periférico ya que es el más común de todos. Es el que se produce en la zona del laberinto del oído interno y el nervio vestibular. Suele aparecer con mayor frecuencia de forma brusca. Sus principales síntomas vienen acompañados por problemas en la audición, sudoración, náuseas, vómitos, etc.
Vértigo central
El otro tipo de vértigo existente es el vértigo central. En este caso, se trata de un tipo de vértigo que es causado por lesiones en sistema nervioso del cuerpo humano. Específicamente a nivel cerebral.
La sintomatología de este tipo de vértigo suele incluir dolor de cabeza, inestabilidad, posible visión doble e incluso algunos trastornos de movimiento. De allí que sea tan importante trazar la tipología en lo que respecta a esta afección.
¿Se pueden prevenir los vértigos?
En casos en los que el vértigo aparece de forma repentina generado por movimientos bruscos, la recomendación, por supuesto, es dejar de generar dichos movimientos. Sin embargo, cuando tienes antecedentes familiares con esta afección, lo mejor que puedes hacer es preocuparte por prevenir o padecer de la misma.
Existen algunas acciones que puedes realizar en tu día a día que te permitirán prevenir la sensación de vértigo. En primer lugar, es importante mantener limpios los oídos para evitar la acumulación de cerumen. En caso de ya saber que padeces de problemas auditivos, debes realizar tu chequeo periódico con el médico adecuado.
Del mismo modo, se recomienda mantener una buena postura en todo momento. Además, también resulta muy beneficioso seguir una alimentación sana libre de excesos. En especial libre del consumo excesivo de alcohol, cafeína o tabaco. En caso de que el vértigo sea causado como un efecto secundario de un medicamento, deberás de hablar con el médico que lo recetó para evaluar su suspensión o cambio.
Tratamientos de los vértigos
Ahora bien, otro factor de suma importancia a tener en consideración sobre este padecimiento es su posible tratamiento. El mismo puede variar según el tipo de vértigo que esté presentando el paciente y la gravedad del mismo.
Cabe resaltar que para casos inesperados de vértigo, lo mejor que se puede hacer es reposar recostado en un lugar libre de ruido y con los ojos cerrados. Es importante que te mantengas así hasta que te veas libre de la sensación de vértigo.
Claro está, este es un tratamiento que dejará de ser efectivo cuando el paciente lo padece de manera crónica o por problemas auditivos. Es por ello que, la recomendación es asistir a una cita médica con un especialista que se encargue de trazar un tratamiento según el caso del paciente. Puedes asistir con un internista, neurólogo, otorrinolaringólogo u osteópata.
En algunos casos, los tratamientos pueden sugerir la ingesta de medicamentos tales como diuréticos. Así como el seguimiento de una alimentación sana, principalmente libre de sal.
Síndrome de Ménière
Es importante detenernos a hablar un poco al respecto del síndrome de Ménière. Como te mencionamos con anterioridad, se trata de un trastorno auditivo que se genera en la zona del oído interno. Es debido a esto que, al padecer de este tipo de enfermedad, puedes también presentar problemas de vértigo como síntoma principal.
Este trastorno suele presentarse con síntomas como episodios de vértigo que van acompañados de la pérdida de audición. Además, se caracteriza por afectar, en la mayoría de los casos, un solo oído. Desde hace años ha sido catalogada como una enfermedad crónica, pero existen diversos tratamientos efectivos para cuidarse de ella.
La enfermedad de Ménière puede afectar a personas de cualquier edad. Sin embargo, es mucho más frecuente en personas que acaban de entrar en la adultez o en la mediana edad. Es importante acudir al médico para su respectivo diagnóstico y la estructuración adecuada de un tratamiento a seguir.
¿Necesitas tratar los vértigos?
Si comienzas a notar que la sensación de vértigo comienza a ser excesivamente frecuente y molesta, lo mejor que puedes hacer es comenzar a tratar esta afección con un médico especialista. En nuestro centro de Osteopatía y Fisioterapia Rodríguez Aranda podrás encontrar la solución perfecta para este tipo de problema.
Con la ayuda de nuestro osteópata podrás comenzar a tratar este molesto problema de la vida diaria. De modo que pronto puedes verte totalmente libre de la sensación de vértigo. Así que, si deseas tratar este problema cuanto antes, te invitamos a agendar tu cita desde nuestra sección de Contacto.
José Ramón Rodríguez Aranda, osteópata y fisioterapeuta con amplia experiencia, dirige la Clínica de Osteopatía y Fisioterapia Rodríguez Aranda, avalada por su trayectoria en el sector de la salud. Es Licenciado en Osteopatía y Diplomado en Fisioterapia por prestigiosas universidades, y cuenta con certificaciones y formación continua en diversas técnicas y áreas de la fisioterapia. También está registrado en el Registro de Osteópatas de España, el General Ostheopathic Council de Londres y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía.