Ejercicios Para El Quiste De Baker

Quiste de Baker: síntomas, causas y ejercicios

El quiste de Baker es una patología que muy rara vez produce dolor y requiere de algún tipo de cirugía. Suele ser ocasionado por varias patologías en la rodilla. Y puede tratarse con métodos fisioterapéuticos.

¿QUÉ ES EL QUISTE DE BAKER?

El quiste de Baker es una bolsa de líquido que produce un bulto o tipo de tumor detrás de la rodilla. Esta bolsa contiene líquido sinovial, que es el líquido lubricante de la articulación. Este líquido se encuentra en las bursas, unas bolsas diseñadas para contener el líquido sinovial. El quiste de Baker se forma cuando este líquido se filtra hacia la parte de atrás de la rodilla y forma la protuberancia del quiste.

Este quiste también se conoce como un quiste poplíteo, puesto que se encuentra en la zona posterior de la rodilla, llamado hueco poplíteo o corva.

El quiste de Baker puede aparecer de forma progresiva sin que el paciente se percate de su existencia. Pero también puede aparecer en pocos días y producir dolor en la rodilla del paciente causado por la presión. Este quiste puede crecer tanto que salir entre los músculos gemelos medial y semimembranoso, y ser palpable a través de la piel.

SÍNTOMAS DEL QUISTE DE BAKER

Aunque parezca increíble, la mayoría de los pacientes no siente ningún tipo de dolor. La mayoría de los pacientes suelen notar la presencia de un bulto en la parte posterior de la rodilla. En otras ocasiones, los pacientes ni siquiera notan la existencia de este bulto. El quiste de Baker se suele descubrir a través de la exploración o el tacto de un profesional.

No obstante, en la mayoría de los casos estos son los síntomas que notarás si tienes un quiste de Baker:

  • Inflamación en la parte posterior de la rodilla.
  • Un bulto que varía de tamaño con los días en la parte posterior de la rodilla. Esto sucede gracias a que el mecanismo valvular puede variar por el orificio capsular.
  • Fuerte dolor en la parte de atrás de la rodilla. Sucede cuando el tamaño del tumor es muy grande, y la presión produce dolor en la zona.
  • Dolor al flexionar la rodilla. El dolor se percibe principalmente cuando se intenta flexionar mucho la rodilla o mantener la pierna estirada durante un largo periodo de tiempo.
  • Dolor en los músculos de la pantorrilla. Normalmente se produce cuando el tamaño y la presión del quiste de Baker son tan grandes, que explota. El líquido baja hacia los músculos de la pantorrilla y los irrita.
  • Hinchazón y enrojecimiento de la zona. Suele ser un efecto del síntoma anterior. Los músculos de la pantorrilla se irritan tanto que se inflaman y se enrojecen. A veces suele confundirse con trombosis venosa.

CAUSAS DEL QUISTE DE BAKER

El quiste de Baker ocurre cuando el líquido de articular de la rodilla (líquido sinovial) sale de la articulación y se filtra hacia la parte posterior de la rodilla. Este líquido artículo forma una pequeña bolsa de tejido detrás de la rodilla. Esta bolsa puede cambiar de tamaño durante el día.

Este no se filtra de la articulación por un exceso de líquido, sino por problemas que existen en la propia articulación donde se almacena. La articulación tiene la función de almacenar el líquido y no permitir que este se filtre. Por esa razón, la causa de la filtración de líquido se debe a una lesión capsular. Estas son las causas más frecuentes:

  • Indicios de artrosis de rodilla. La cápsula de la articulación puede degenerarse en una artrosis. Esto resulta en la formación de un orificio por el cual se escapa el líquido sinovial hacia la zona posterior de la rodilla.
  • Patologías reumáticas. Las inflamaciones de una artritis reumatoide pueden afectar la condición de la cápsula articular. Lo que puede provocar el quiste de Baker.
  • Lesión o rotura de Menisco. Las lesiones o roturas de Menisco también se encuentran entre las causas más comunes para el quiste de Baker. El arrancamiento, la lesión o desinserción del menisco de la cápsula articular hará que el líquido se escape, formando así el quiste de Baker.

CÓMO SE DIAGNOSTICA EL QUISTE DE BAKER

En una primera instancia, el quiste de Baker se diagnostica a través de un examen físico y una encuesta al paciente para saber si siente algún tipo de dolor en la zona. A través de este examen, el fisioterapeuta puede determinar que hay una alta probabilidad de que el paciente esté padeciendo esta patología.

Si sospecha, el fisioterapeuta procederá a hacer una ecografía normal en la zona. A través de esta ecografía, se puede determinar de manera sencilla la presencia del líquido articulatoria en la parte posterior de la rodilla.

Luego, el fisioterapeuta solicitará una radiografía o resonancia de la rodilla. Este examen permitirá determinar cuáles son las causas del quiste de Baker en el paciente. Las causas más frecuentes suelen ser la artrosis incipiente de rodilla o la rotura del menisco interno.

TRATAMIENTO PARA QUISTE DE BAKER

Es muy raro que el quiste de Baker requiera alguna cirugía para el paciente. La manera más efectiva es tratar la causa principal del quiste de Baker, que suelen ser la artrosis o la lesión meniscal. Siendo así, la manera más efectiva es tratar el problema de raíz, puesto que de esta manera el quiste y las molestias que produce suelen desaparecer.

En caso de que el quiste esté produciendo mucho dolor o incomodidad en el paciente, se suele optar por drenar el quiste utilizando una aguja. Adicionalmente, se utilizará una inyección de cortico-esteroides para disminuir le hinchazón.

El tratamiento del quiste suele ir acompañado por periodos de reposo, uso de hielo para bajar la inflamación, uso de antiiflamatorios locales y el uso de bastón (o muletas) en caso de los pacientes que suelen tener cojera. También se suele recetas el uso de una venda elástica que debe colocarse alrededor de la rodilla. Esto con el fin de evitar que se vuelva a introducir líquido en la zona. La tensión debe ser adecuada para no producir una tumefacción de la pierna.

EJERCICIOS PARA QUISTE DE BAKER

Además del uso de hielo, venda elástica y muleta, se suele recomendar algunos ejercicios suaves que se enfoquen en la amplitud de movimiento y en el fortalecimiento de los músculos que se encuentran alrededor de la rodilla.

Sin embargo, parte esta patología se recomienda llevar un estilo de vida tranquila. Reducir al máximo la actividad física para evitar que la articulación de la rodilla se irrite. Tu fisioterapeuta deberá recomendarte cuánto deberás reducir la actividad física. Además, es importante reposar la pierna, aplicar hielo, envolver la rodilla y elevar la pierna por las noches para evitar la inflamación permitir una buena recuperación.

QUISTE DE BAKER FISIOTERAPIA

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