21 de noviembre de 2022
Las chanclas -también conocidas como sandalias o zoris- son un calzado ligero y cómodo, perfecto para el clima cálido. Este calzado informal puede llevarse a la playa, durante actividades al aire libre como el senderismo o incluso en casa. Pero llevar chanclas durante mucho tiempo tiene sus inconvenientes. Este calzado tiene un efecto negativo sobre la postura del pie, el equilibrio y la amplitud de movimiento, especialmente si las llevas cuando no estás ocupado con otras actividades. Teniendo esto en cuenta, esto es lo que necesitas saber sobre los verdaderos efectos de caminar con chanclas y lo que puedes hacer para evitarlos.
Caminar con chanclas puede comprometer la postura de los pies y provocar diversas afecciones en ellos. El estado de los pies puede afectar al resto del cuerpo, por lo que es importante cuidar los pies cuando se llevan chanclas. Las chanclas no suelen ser el mejor calzado para el pie, y pueden provocar las siguientes afecciones:
Caminar con chanclas cambia la forma de andar, es decir, la técnica que se utiliza al caminar. Esto se debe a que las chanclas no proporcionan el mismo apoyo que otros tipos de calzado. Al llevar chanclas, el talón se levanta del suelo debido a la falta de apoyo. Esto hace que se camine sobre las puntas de los pies, provocando que se camine de forma diferente a la habitual. Cuando caminas con el pie en la bola del pie, utilizas más los dedos que cuando caminas con el talón en el suelo. Al utilizar más los dedos de los pies, se utilizan más los músculos de las piernas. Las chanclas son la causa más común de los juanetes, que es cuando el dedo gordo del pie es forzado hacia los otros dedos. Esto puede ocurrir cuando caminas con el pie sobre la bola del pie.
.Al llevar chanclas, es posible que se reduzca la amplitud de movimiento y se pierda el sentido del equilibrio. Puedes sentirte inestable porque hay menos agarre en las chanclas que en otros tipos de calzado. La falta de apoyo de las chanclas también puede hacer que te apoyes en exceso en otras partes del cuerpo, como la rodilla, lo que puede provocar lesiones de rodilla. Además de las lesiones de rodilla que pueden producirse, la reducción de la amplitud de movimiento y del equilibrio puede provocar caídas u otros accidentes. También puede causar molestias, especialmente en el arco del pie. Tus pies son tu base, y cuando caminas con chanclas, estás poniendo en riesgo tu base. El equilibrio sobre los dedos de los pies aumenta el riesgo de caídas.
Las chanclas pueden causar fascitis plantar, que es la inflamación de la fascia plantar. Se trata de una banda gruesa de tejido en la planta del pie. Cuando la banda está tensa o inflamada, puede causar dolor detrás del talón y en el arco del pie. El dolor se debe a un aumento de la presión sobre la banda, lo que puede ocurrir cuando se camina con chanclas. Las chanclas también pueden causar juanetes, que es cuando el dedo gordo del pie es forzado hacia los otros dedos. Esto puede ocurrir cuando caminas con chanclas. Las chanclas también pueden provocar la aparición de dedos en garra, que es cuando los dedos se juntan a la fuerza debido a la forma de la chancla. Esto puede causar callos y ampollas. Las chanclas también pueden provocar el hallux valgus, una deformación de la articulación del dedo gordo, que se inclina hacia el segundo dedo.
La reducción de la amplitud de movimiento al llevar chanclas puede provocar una mala postura. Una mala postura puede llevar a que los músculos se tensen, lo que puede causar dolor y molestias. Cuando caminas con chanclas, lo más probable es que no te mantengas en una buena postura, lo que puede provocar un acortamiento de los músculos del arco del pie. Esto significa que los músculos se acortan, lo que puede causar dolor y molestias en el arco del pie. La reducción del rango de movimiento también puede causar más presión en la articulación del dedo gordo, lo que puede provocar dolor en la articulación. Esto puede ser doloroso cuando se camina con chanclas, y puede provocar molestias en la articulación.
Caminar con chanclas tiene sus inconvenientes, pero hay formas de evitar que te afecten. Para evitar estos efectos adversos, es importante llevar el tipo de chanclas adecuado. Los mejores tipos de chanclas son los que están hechos con material más grueso, tienen una correa de anchura media a ancha y tienen un buen soporte para el arco. Estos tipos de chanclas pueden ayudar a prevenir los efectos adversos de caminar con chanclas. Al llevar chanclas, es importante mantener una buena postura y colocar el peso de manera uniforme en ambos pies. También es importante evitar caminar largas distancias con chanclas, ya que esto puede causar una tensión innecesaria en su cuerpo. También debe evitar llevar chanclas cuando esté de pie todo el día o cuando participe en actividades extenuantes.
José Ramón Rodríguez Aranda, osteópata y fisioterapeuta con amplia experiencia, dirige la Clínica de Osteopatía y Fisioterapia Rodríguez Aranda, avalada por su trayectoria en el sector de la salud. Es Licenciado en Osteopatía y Diplomado en Fisioterapia por prestigiosas universidades, y cuenta con certificaciones y formación continua en diversas técnicas y áreas de la fisioterapia. También está registrado en el Registro de Osteópatas de España, el General Ostheopathic Council de Londres y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía.
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