Las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) son una de las lesiones de rodilla más comunes. Esto es especialmente cierto para los atletas jóvenes. También es una de las más graves por su potencial para provocar una rotura completa y otras consecuencias a largo plazo. Las lesiones del ligamento cruzado anterior pueden ser especialmente complicadas para los atletas jóvenes porque pueden obligarles a dejar sus deportes favoritos para siempre. El ligamento cruzado anterior es uno de los cuatro ligamentos principales de la articulación de la rodilla, que conecta los huesos del fémur y la tibia por delante y por dentro. Es el responsable de mantener la alineación correcta de la rodilla cuando se dobla la rodilla o se pivota el pie. Una rotura completa o un desgarro de este importante ligamento podría causar efectos a largo plazo en la carrera deportiva de un deportista y en sus movimientos cotidianos. Aquí veremos cómo puedes recuperarte de una lesión del LCA si eres un joven atleta con aspiraciones de convertirse en profesional algún día,
Identificación de una lesión del LCA
Una lesión del LCA suele estar causada por un cambio repentino de dirección o movimiento, como pivotar, desacelerar, girar o aterrizar tras un salto. La causa más común de la lesión del LCA es un cambio repentino de dirección cuando el pie de un atleta se clava en el suelo, lo que hace que la rodilla se doble de forma antinatural. Esto hace que un lado de la rodilla se doble más que el otro, lo que puede provocar una lesión del LCA. Las lesiones del LCA son más comunes en los deportes que implican arranques y paradas rápidas, cambios de dirección repentinos, cortes y giros. Estos deportes incluyen el baloncesto, el fútbol, el tenis, el voleibol, el lacrosse, el hockey sobre hierba, el rugby y el esquí. Sin embargo, las lesiones del LCA también pueden producirse en actividades no deportivas, como los movimientos de flexión de la rodilla, como ponerse en cuclillas, saltar de un escalón o mover muebles.
Tipos de lesiones del LCA
Existen dos tipos de lesiones del LCA: sin contacto y con contacto. Las lesiones del LCA sin contacto son más comunes y ocurren cuando un atleta está realizando un movimiento rutinario, como un pivote o el aterrizaje de un salto. Las lesiones del LCA con contacto se producen cuando la rodilla es golpeada por un objeto en movimiento, como cuando la rodilla entra en contacto con el pie o el codo de un adversario.
Diagnóstico de una lesión del LCA
En general, un deportista que sufre una lesión de rodilla debe acudir al médico de inmediato. El médico puede recomendar una resonancia magnética o una tomografía computarizada para determinar si el LCA es el origen del problema. Un desgarro completo o una rotura de este importante ligamento podría causar efectos a largo plazo en la carrera deportiva del deportista y en sus movimientos cotidianos. Mientras la rodilla del deportista está hinchada, el médico utilizará una radiografía para buscar posibles fracturas u otros problemas. Si la radiografía es normal, el médico esperará a que baje la hinchazón y hará otro examen. Si la hinchazón está presente, el médico podría hacer una resonancia magnética o una tomografía computarizada para buscar un desgarro en la rodilla.
Rehabilitación de las lesiones del LCA
Las lesiones del LCA son graves y deben tratarse como una lesión de larga duración. La recuperación de una lesión del LCA puede llevar entre 6 meses y un año, dependiendo de la gravedad de la lesión. El programa de rehabilitación probablemente durará varios meses, dependiendo de la gravedad de la lesión. Durante el proceso de rehabilitación, el objetivo es fortalecer los músculos que rodean la rodilla y ayudarles a compensar la pérdida del LCA. El LCA es un tejido que conecta los huesos del fémur y la tibia por delante y por dentro. Si se produce un desgarro, se aconseja al deportista que busque tratamiento lo antes posible. Hay muchas formas de tratar una lesión del LCA. Uno de los tratamientos más eficaces es la cirugía de reconstrucción del LCA, también conocida como reconstrucción del LCA. La reconstrucción del LCA es el proceso de sustitución quirúrgica de un LCA roto por un trozo de tejido sano. Esta cirugía suele recomendarse a las personas que quieren seguir practicando deportes como el atletismo o el baloncesto, que pueden someter a tensión a un LCA debilitado.
Proceso de rehabilitación del LCA
El proceso de rehabilitación es fundamental para tratar una lesión del LCA y volver a practicar deporte lo antes posible. Un programa de rehabilitación del LCA está diseñado para reducir la inflamación, promover la recuperación y minimizar el riesgo de volver a lesionarse. La rehabilitación debe comenzar inmediatamente después de producirse la lesión y continuar durante varios meses hasta que la rodilla esté completamente tratada. El programa de rehabilitación para una lesión del LCA probablemente consistirá en una combinación de lo siguiente Fisioterapia: un fisioterapeuta especializado en lesiones deportivas trabajará con el deportista y le recomendará un programa de rehabilitación que puede incluir masajes de tejidos blandos, manipulaciones articulares, ejercicios y estiramientos para ayudar a acelerar el proceso. El objetivo de la fisioterapia es restablecer la fuerza, mejorar la movilidad y prevenir una nueva lesión. Fisioterapia – Algunas personas pueden optar por acudir a un fisioterapeuta en lugar de a un fisioterapeuta. Ambas profesiones están reguladas en Canadá y tienen una formación, educación y competencias similares. La fisioterapia hace hincapié en el restablecimiento de la función, mientras que la fisioterapia se centra más en la fuerza y la flexibilidad.
Recuperación de una rotura del LCA
El objetivo del tratamiento de la lesión del LCA es recuperar la función completa de la rodilla. Algunas personas que sufren lesiones del LCA pueden evitar la intervención quirúrgica y volver a su nivel de actividad anterior sólo con la rehabilitación, pero la mayoría necesitará una intervención quirúrgica para reparar el ligamento roto. La rotura del LCA suele producirse de dos maneras: Se rompe o se desprende del hueso (se desconecta). Las roturas del LCA desconectado son lesiones más graves porque el LCA ya no mantiene la rodilla en su sitio. Una rotura del LCA puede provocar diversos síntomas, como dolor, hinchazón, inestabilidad y limitación del movimiento de la rodilla. El tiempo de recuperación es diferente para cada persona, pero la mayoría de los atletas que sufren roturas del LCA estarán de baja entre 6 y 12 meses. La gravedad de la lesión determinará el tiempo de recuperación total.
Cómo mantenerse en forma tras una lesión del LCA
Una lesión del LCA es una lesión grave que puede poner en peligro su futuro deportivo. Afortunadamente, puedes reducir el riesgo de volver a lesionarte siguiendo unas sencillas pautas. Evita las actividades extenuantes como el footing, que ejerce mucha presión sobre la articulación de la rodilla. En su lugar, pruebe con ejercicios de bajo impacto como el ciclismo, la natación y el remo. La natación es especialmente buena para las personas con lesiones del LCA porque ejerce una presión mínima sobre la articulación de la rodilla. También puede considerar el yoga. El yoga es una forma estupenda de aumentar la flexibilidad, reducir el estrés y mejorar el equilibrio. Todo ello puede ayudarle a mantenerse en forma mientras se recupera de su lesión del LCA.
¿Necesitas fisioterapia para tu LCA?
La lesión del ligamento cruzado anterior es una lesión de uno de los cuatro ligamentos principales de la articulación de la rodilla. Es muy común en los deportes que implican cambios bruscos de dirección, pivotes, desaceleración y cortes. Los deportistas que se lesionan pueden experimentar hinchazón, dolor y dificultad para mover la rodilla. El tratamiento de las lesiones del LCA incluye reposo, hielo, compresión y elevación. También se pueden tomar medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor y la hinchazón. El tratamiento puede incluir el uso de aparatos ortopédicos para la rodilla, fisioterapia y cirugía si la lesión es grave. Para recuperarse de una lesión del LCA, es importante comenzar la rehabilitación lo antes posible. Durante el proceso de rehabilitación, se recomienda evitar actividades extenuantes como el footing, que ejerce mucha presión sobre la articulación de la rodilla. En su lugar, pruebe con ejercicios de bajo impacto como el ciclismo, la natación y el remo.
José Ramón Rodríguez Aranda, osteópata y fisioterapeuta con amplia experiencia, dirige la Clínica de Osteopatía y Fisioterapia Rodríguez Aranda, avalada por su trayectoria en el sector de la salud. Es Licenciado en Osteopatía y Diplomado en Fisioterapia por prestigiosas universidades, y cuenta con certificaciones y formación continua en diversas técnicas y áreas de la fisioterapia. También está registrado en el Registro de Osteópatas de España, el General Ostheopathic Council de Londres y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía.